Silvia Aguado










Actriz. Clown.
Docente y cineasta. 

web: www.unchapuzon.com.ar







¿Cómo te definís profesionalmente?

Actriz. Clown. Docente de ambas disciplinas. También me recibí de cineasta.

¿Sabés por qué te dedicás a esto?

Nunca me imaginé haciendo otra cosa. No puedo dejar de hacerlo. Me hace sentir viva, vital y útil. Colabora con mi salud.

¿Qué disciplinas resultaron fundamentales en tu formación?

Sin duda, más allá de las disciplinas troncales - obviamente actuación y clown, con muchos y distintos maestros-, las complementarias fueron determinantes. Para la voz me ayudó muchísimo trabajar con un fonoaudiólogo más de dos años. También, por supuesto, las clases de canto. Para el entrenamiento físico fue muy importante la acrobacia. Más allá de la acrobacia en sí misma y el trabajo corporal y de fuerza, me sirvió fundamentalmente el trabajo sobre la energía. El paralelo entre la acrobacia y la actuación: así como tengo que saber qué y cuánta energía necesito para empezar, desarrollar y finalizar un flic-flac, lo mismo sucede con una escena, o con un espectáculo. Trabajar conscientemente sobre la energía que debo disponer para trabajar fue determinante.

¿Qué es lo más útil que te ha enseñado tu trabajo?

Que la manera es siempre trabajar, con pasión, con compromiso, sin pausa. Y en calma.

¿Y lo más hermoso?

Lo que se desea mucho y se trabaja para ello, se cumple.

¿Cuáles considerás que son tus principales fuentes e influencias creativas?

Sin duda, el cine. Si bien he ido al teatro desde el año y medio de vida, tengo la sensación de que el cine me ha alimentado siempre la curiosidad y el deseo de hacer. Le digo “cine” pero podría decir “las imágenes”. Hacer la carrera de cine fue mi plan B. la hice para auto-darme trabajo como actriz, en caso de que nadie más lo hiciera. Por suerte sigue siendo mi plan B, porque vivo de mi plan A, que me hace más feliz. Pero los casi 6 años de haber estudiado cine, vinieron a complementar y a fomentar un trabajo sobre las imágenes que me cautivó. Cuando empecé a entrenar clown, mi payasa prácticamente no hablaba. Naturalmente trabajaba sobre la imagen. Generándola y compartiéndola. Imaginaba desde ese lugar. Si no tengo imágenes, no puedo jugar a nada.

¿Qué es lo que más te duele a la hora de ejercer tu vocación?

A veces me duele cierta marginalidad impuesta sobre ciertos géneros teatrales del off. También me duele la falta de compromiso con el trabajo. Y la falta de respeto.

¿Crees haber sacrificado algo importante para dedicarte a esto?

Para nada. He tomado decisiones. Porque he hecho elecciones. Como todo, tiene sus pros y sus contras. Pero no he sacrificado nada esencial.

¿En cuántos proyectos laburaste el año pasado?

Montón. La vida, la maternidad, la pareja, la familia, las clases, los espectáculos en los que actúo, los que dirijo. Fue un gran año para Rompiente, mi unipersonal de clown. Y además estuve dirigiendo.

¿Cuántos te esperan ahora?

Un montón también. Los de siempre y otros nuevos. Siempre tengo ganas de hacer cosas, siempre estoy haciendo. Me gusta trabajar.

¿Cuál es el proyecto al que dedicaste más tiempo hasta la fecha?

Rompiente, mi unipersonal de clown. Una creación de Lila Monti, Agustín Flores Muñoz y mía. Con dirección de Agustín Flores Muñoz. Hicimos las primeras funciones en 2013. Estrenamos para la prensa y el público en 2014. Hicimos 3 temporadas hasta el momento.

¿Cómo lo recordás? ¿Qué hubo de bueno y de malo?

De bueno, muchísimo. Aprendí toneladas. Del trabajo. De mí. De los demás. De los miembros del equipo -que son de lujo-. Del público. De la prensa. Del mundo. Fue absolutamente enriquecedor momento a momento. De malo, la cosa que tiene el unipersonal de estar sola para algunas cosas que tienen que ver con la producción o la organización. La parte administrativa, digamos, me rompe un poco las bolas. Pero es parte del trabajo. Y para mí, está bien que lo haga uno mismo. Es parte de los multi-roles que debes cumplir cuando llevas adelante tus proyectos.

¿Vivís de lo que amás o tenés otra actividad que ayuda a pagar las cuentas?

Soy muy afortunada y no hay día que no agradezca eso. Vivo de mi plan A.

¿Con qué otras artes te relacionas habitualmente?

Como dije, con el cine. Con las imágenes sobre todo. La música me parece fundamental también. Y hay algo de la organicidad y sincronicidad de los cuerpos que me vuelve loca. La imagen en movimiento. Lo coreográfico, mas que la danza en sí. El movimiento.

¿Qué es lo más absurdo que has hecho por amor al arte?

Que sé yo que es absurdo y qué no. Este es un trabajo donde muchísimas veces trabajás gratis. O pagás para poder trabajar. Me resulta de lo más normal. Supongo que es absurdo. O no.

¿Hay algo que no volverías a hacer?

Ojalá no tenga que volver a trabajar en una oficina nunca.

¿Qué estás leyendo?

Bajo este sol tremendo, de Carlos Busqued y Distancia de rescate de Samanta Schweblin.

¿Qué autores recomendás siempre?

Los que me cambiaron la vida. Bergman, Dalí, Victoria Ocampo, Borges, Cortázar, son los primeros que me vienen a la mente.

¿Qué películas volvés a ver una y otra vez?

¡Muchas! Y todas muy distintas. Chaplin y Los Hermanos Marx puedo verlos hasta el cansancio. Almodóvar y Woody Allen, también. Bergman. Las primeras de Scorsesse. Truffaut.
La Celebración, Rashomon, Pulp Fiction, Jean de Florette, Manon de Manantial, Matrix 1, Totoro, Miles, miles.

¿Qué artistas – de cualquier ámbito - te resultan imprescindibles?

Dalí, Pina Bausch, Chaplin, Björk, Meryl Streep, Susan Sarandon, Meliés, Mariano Llinás y muchísimos más.

¿Qué buscás en la gente con la que elegís laburar?

Pasión, compromiso absoluto con el trabajo profesional, respeto y salud en los vínculos. Son cosas imprescindibles.

¿A qué profesionales de tu ámbito seguís de cerca?

A mis maestros y colegas, con los que nos formamos. Y a los alumnos o ex alumnos. Me gusta seguir siendo testigo de sus caminos.

¿Con quién hablás sobre tu trabajo? ¿Pedís consejo o asesoramiento a alguien de confianza?

Rotundo: Con Mariano Saba. Mi amor y compañero de vida. La persona más trabajadora que conozco. Hablamos de trabajo, nos pedimos consejo, asesoramiento. Compartimos, en lo laboral, el respaldo por sobre todo.

¿Pedís subsidios para tus proyectos? ¿A qué instituciones?

Sí. Al INT y a Proteatro.

¿Por qué?

Porque me parece que está bien que el Estado se ocupe de fomentar con subsidios la producción escénica. Y también me parece bien que el artista mismo no tenga que pagar la totalidad de un espectáculo para poder trabajar.

¿Por qué vivís en Buenos Aires?

Porque es donde están los trabajos que me gustan y me permiten vivir de lo que amo. Es donde viven mis seres queridos. Se conjugan ambas cosas. Hay muchas de las cosas que quiero para criar y crecer con mi familia. Me gustan muchas cosas de acá.

¿Hay algún viaje que marcara un antes y un después en tu trabajo?

Hubo algún viaje a Córdoba hace muchos años, justo entre que renuncié a la productora de televisión donde trabajaba y empezaba a dar clases. Hace 11 o 12 años. Me acuerdo de sentir esa libertad. Saber que volvería a casa para hacer algo que me gustaba. Tengo el recuerdo de disfrutar de esos atardeceres y cargarme de energía porque sabía que me esperaba en casa algo que me hacía muy feliz.

¿Cuándo te das cuenta de que tenés un nuevo proyecto entre manos?

Cuando tengo una –o varias- imágenes potentes en la cabeza/corazón/mente/imaginario, dando vueltas.

¿Sentís que tenés un sistema personal de trabajo?

Todas las cosas que hice como actriz, como clown, como cineasta, nacieron de alguna imagen que me empezaba a asomar. Que me inquietaba, me daba curiosidad. Volvía a esa imagen una y otra vez. Con colores, olores, sensaciones. Cuando aparece ese tiempo de imágenes tan potentes, tan pregnantes, empiezo a sentir que tengo algo que contar. O algo para compartir. Y en cuanto eso va afirmándose, sé que ahí está el trabajo.

¿Qué hay en tu lista de cosas pendientes?

Pendientes, no sé. No veo algo pendiente. Tengo ganas de dirigir. Tengo ganas de que Rompiente siga creciendo con las funciones. Pero también tengo ganas de trabajar en escena con otros, de trabajar como actriz, de actuar en cine. Bueno, siempre tengo ganas de trabajar.

¿Tenés un panorama claro de lo que vendría siendo tu trayectoria?

Sí. Exactamente lo que quiero para mí.

¿Qué es lo que más te preocupa en tu futuro?

Que lo que me gusta no me permita vivir de ello. O que lo que me permite vivir ya no me guste. Ojalá no sucedan ninguna de las dos cosas.

¿Qué hacés cuando no estás trabajando?  

A veces pienso en trabajo, o sea que también trabajo. Leo, miro series, paveo, cocino, miro a mi hijo embelesada, cuido mis plantas, disfruto de mi familia y de mi casa.

¿Si no te dedicaras a esto qué estarías haciendo?

Uf, no sé. Hay cosas que puedo hacer bien, pero muchas de ellas no me gustan para nada. Si no actuara y diera clases, me parece que me gustaría escribir e ilustrar cuentos para niños. Sí. Eso.